jueves, 13 de agosto de 2009

Madrugada.

Me llama la madrugada.....
en sus azares, en sus olores
escucho mi nombre.

Olor fuerte a perfume
se funde con el sudor
de la frente, de el pecho,
añeja pasado.

Ojos cafés, prometes
Boca sandía, vendes fe.

Me llama la madrugada...
sabe a esperanza,
a ritmo, salsa,
a risas efimeras
camuflajeadas de eternas.

La noche se llena de lamentos
convertidos en trova,
De promesas....prometer...
sin plazos,...como humo.

Ese humo que marca tu pelo,
iguala la cicatriz de tu cara,
que denuncia que llovió
en invierno.

Guitarras, vasos chocando,
se despeja la penumbras del alma,
noche eterna que perfuma,
que danza...

El espacio se reproduce conforme
envejece la noche, el espacio extingue
a la par de la cordura....

De repente.....la muerte pequeña....
y el dictamen -" vamos a cerrar"-....

Huimos de el día, ese infame traidor
que traerá además de la luz....
la realidad.

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