viernes, 19 de junio de 2009

Porque el mexicano no toma ginseng.

Ancestralmente, el mexicano ha desarrollado una memoria prodigiosa, para fechas varias, cumpleaños, desfiles, festividades, aniversarios luctuosos.

En todos los eventos si es en casa, la casa se arregla de manera que resalte solo lo mejor, dejamos que el polvo se quede aunque sea humedo, afuera, dejamos la tristeza, en descanso, el espera.

Y en la vida normal, el mexicano se la pasa en fiesta, tenemos un inventario social, de las tragedias que han sucedido en el país, pero son como las locas que encerramos en el cuarto de atrás, son tragedias negadas, escondidas, despersonalizadas.

Las vemos lejanas, ...por eso no tomamos ginseng, sería imposible vivir, desde el lunes a el sábado, bañandonos para quitarnos la sangre que se ha vertido en el país por nuestra indiferencía.

La costumbre se instala, como visita antigua, nos muestra sus ventajas, y nos esconde la apatía, como efecto colateral, habrá que decidirnos entre vivir.
El mexicano encuentra en el olvido, una herramienta, que va desde no regresar lo prestado, hasta la muerte de inocentes sucedida días atrás....se nos fueron, médicos, ingenieros, o bailarinas exoticas, (uno nunca sabe), dramaturgos. se fueron en la época en que mejor custodiados deberían de ser, pobres bebes.....pobres papás........pobre de el olvido colectivo, que ante esas instancias tendrá mas trabajo.

Ande no...¿¿y si lo empezamos a tomar??

No hay comentarios:

Publicar un comentario